Pese a que se suelan referir a ellos como perfiles polivalentes, tú que estás dentro de una organización, sabes que muy a menudo los reclutadores que reclutan y tratan de dirigir a la vez, o al contrario, interfieren en el correcto funcionamiento del departamento.
Obviamente, si un director de RRHH dirige el departamento, es porque ha demostrado que supo reclutar y actualmente sabe dirigir. Sin embargo, cuando se juega en equipo, la fuerza la suma el conjunto, y cada individuo ha de tener su rol bien definido. El reclutador recluta y el director dirige.
Los perfiles polivalentes dentro del sector RRHH suelen ser los responsables de acabar con la posibilidad de que se dé el reclutamiento transversal, es decir, un tipo de reclutamiento enriquecido desde la raíz. Se trata de un proceso construido con diversos puntos de vista, no sólo el del reclutador, y esto es lo que lo hace tan completo y reduce el margen de error.
Para ello, es importante disponer de un instrumento que permita cruzar los datos de los procesos y poder acceder a las impresiones de las personas que han intervenido en las entrevistas a los candidatos. No sólo es sumamente positivo poder revisar todas estas notas, además, lo valioso viene dado por poder incorporar a los colaboradores pertinentes en la fase que se prefiera.
Una estructura organizada donde cada reclutador sabe cuál es su responsabilidad, aporta al equipo, y a la misma empresa, asombrosos resultados; pues logra que todos los miembros del equipo trabajen por un objetivo común. Por tanto, bienvenidos a la era 2.0: directores decir adiós al reclutamiento, ¡a dirigir!
Así pues, cuando todo un equipo de profesionales alinea su meta y rema a una siempre, siempre, SIEMPRE, consigue llegar al éxito mucho más rápida y eficazmente.
El concepto de equipo es importantísimo que esté instaurado en la empresa. Tú mejor que nadie sabes que cuando un equipo está bien cohesionado, el trabajo sale adelante mejor y con mayor calidad. El ambiente es distendido y todo se da de manera natural. Entonces, y sólo entonces, los miembros del equipo se sienten valorados, comprendidos y saben que forman parte de algo más grande que ellos mismos. No sólo piensan que son una pieza, saben que son la pieza. Saben que forman parte de una maquinaria precisa que tiene una función específica.
Y tú director de RRHH, ¿tratas de controlar todas las partes de proceso? ¿O cada miembro de tu equipo ha adquirido su rol y funcionáis eficientemente?
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