¡Por fin acabó la selección! Las largas horas de criba de currículums, entrevistas, idas y venidas en negociaciones han acabado con un contrato firmado, un manager y un equipo contento y expectante con la nueva incorporación y el nuevo empleado ansioso por su primer día en la nueva empresa. ¡Bien por el equipo!
Ahora es cuando (“pero, ¿no había terminado todo?...”) hay que poner el resto de carne en el asador para que equipo y contratado empiecen con buen pie. ¿Cómo lo hacemos?
Uno de los mayores propósitos del departamento de Recursos Humanos es que todos trabajen a una para alcanzar objetivos comunes. Por eso, si entra un nuevo integrante, llevar a cabo un proceso estructurado de inducción evita que haya más rotatividad de lo normal.
Según Talenthq.com, el 25% de los nuevos contratados se marchan a los 3 meses. Tener un buen onboarding disminuye este porcentaje, nada menos, que en un 60%. Además este acompañamiento posibilita que los nuevos contratados de la empresa triunfen mucho antes. Algo bastante deseable, especialmente tras todo el esfuerzo de la selección.
Este proceso de bienvenida no es un entrenamiento inicial, ni una etapa de prueba, ni de adaptación a las condiciones del puesto. Es mucho más: es la gestión del inicio de la relación entre empleado y empresa. Algo que todavía muchas empresas desconocen o no tienen perfeccionado.
El proceso de bienvenida no es un entrenamiento inicial. Es la gestión del inicio de la relación entre empleado y empresa. Click para Tweet |
Para garantizar el éxito en la adaptación del nuevo contratado a la empresa y viceversa, he aquí algunas técnicas que pueden ayudarte en cada fase del proceso:
Envía al contratado los formularios necesarios por email, para que los cumplimente antes de empezar. Esto elimina el papeleo innecesario y unos minutos preciosos del primer día. Además, da más agilidad al equipo administrativo y una imagen de eficiencia a toda la empresa.
Hay que fomentar el encaje del nuevo contratado al equipo desde el primer momento. Por esto, es importante que el director de RH o jefe de equipo envíe un email o mensaje en la Intranet de la empresa (si la hay), presentando a la nueva contratación: su nombre y rol que tendrá en el equipo. También es el momento de compartir algo más sobre la nueva contratación algún hobby interesante o su logro impresionante en su empresa anterior. Eso pone el nuevo candidato en valor y facilita algunos temas para empezar la conversación y la integración.
Eso estimula que se construyan conexiones con el resto de los empleados, especialmente con sus compañeros directos, facilitando así que sean ellos quienes le transmitan la cultura de la empresa y que el cultural fit ocurra lo más rápidamente posible.
Si el nuevo contratado se siente tratado como alguien valioso, y es una experiencia significativa para él, empezará mucho más motivado a volcar su talento y aportar un gran valor a la empresa. Cuanto mejor se transmitan las dinámicas de trabajo y modus operandi de la empresa, más rápido se verá esta contribución.
Por ello, ten algunas cosas ya preparadas, para que el primer día sea una experiencia agradable y productiva:
Si empieza más de un colaborador en el equipo, conviene que todos los nuevos empiecen en el mismo día, si es posible. Hay muchas empresas que tienen un Welcome Day, en que las explicaciones y presentaciones se hacen en un día. Es una acción que facilita la integración, tanto entre los nuevos como entre los equipos ya establecidos. Aunque esto requiere más trabajo por adelantado, compensa mucho, porque después se aligera todo el proceso de adaptación.
Es muy importante también asignarles un mentor o persona a quien recurrir en caso de dudas. Esto da más seguridad y ayudará a los nuevos a que se aclaren todas sus dudas.
Un proceso de bienvenida estructurado aumenta en 60% el éxito de las nuevas contrataciones Click para Tweet |
Pasada la primera semana, los 3 meses siguientes son definitivos, no para evaluar si el candidato ha sabido “adaptarse con rapidez”, sino para que todos (la empresa, el departamento, el equipo y los clientes) lo integren completamente.
Es la etapa perfecta para ello y, en definitiva, para limar aristas y conocer las dinámicas que harán retener al nuevo talento que tanto ha costado seleccionar.
1. Hacer reuniones periódicas con el HR Manager y con el team manager, muy útiles para identificar problemas, resolver dudas y problemas de comunicación (siempre los hay).
2. Pedirle feedback honesto sobre su puesto y su carga de trabajo.
También puedes conseguir ideas para mejorar procesos y prácticas dentro de la empresa. Es importante conseguir esta opinión fresca, antes de que sus primeras impresiones iniciales sean permanentes.
Esta acción tiene dos impactos positivos: por un lado, ayudará a la empresa a perfeccionar no sólo el onboarding, sino también la experiencia del candidato y algunas prácticas de Employer Branding. Por otro, el nuevo empleado verá que su opinión cuenta y que su presencia en la empresa tiene un impacto positivo no sólo en el trabajo que está realizando.
3 . Asignarle un mentor: una persona experta y con habilidades de comunicación, para fomentar su desarrollo; también puede ser la persona adecuada para recoger la opinión del nuevo empleado y para retroalimentar, siempre con tu seguimiento.
En este link tienes otras ideas de buenas prácticas de bienvenida.
La comunicación constante entre nuevo empleado y management garantiza una adaptación rápida y favorece la fidelización. Click para Tweet |
Si el porcentaje de los empleados que culminan el período de prueba en tu empresa es alto, quiere decir dos cosas: que hiciste un buen proceso de selección y un buen proceso de inducción (el segundo es imposible sin el primero).
El día en que le puedas decir al nuevo empleado que lo ha superado, haz saber también a todos que la contratación ha sido un éxito; esta persona ya tiene una idea clara sobre qué quiere su empresa y qué debe hacer en ella.
¿Esto significa que ya puedes dejarlo solo? Depende de muchos factores, pero, en principio, sí, sobre todo si se ha conseguido una buena relación laboral.
Sin embargo, la vida de la empresa es muy compleja y el feedback debe ser constante y hacia ambas partes (reconociendo el esfuerzo, reforzando la comunicación y permitiendo el debate) y las reuniones habituales; son actitudes para valorar unos y otros si se están alcanzando los objetivos a largo plazo y facilitar la fidelización del talento que necesitamos para hacer crecer nuestra empresa.
Por desgracia, no todas las contrataciones se convierten en un éxito. Es importante entonces darnos cuenta de que hemos cometido un fallo y obrar en consecuencia.
Estas situaciones, a pesar de ser consecuencia de un error, sirven para crecer; es una actitud positiva que refuerza a la empresa y a todos sus miembros.
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