Si estás familiarizado con el reclutamiento IT seguramente has oído hablar de las metodologías ágiles de desarrollo de software. Se trata de una serie de técnicas que se aplican en la gestión de proyectos que tienen como objetivo aumentar la eficiencia y productividad del equipo
Lo que igual no sabes es que este tipo de metodologías han traspasado la frontera de los equipos de desarrollo. Cada vez son más las áreas en las que se aplica, el agile sales o agile marketing ya son una realidad ¿Y el agile recruiting? También está a la orden del día, ayudando a profesionales de diferentes sectores a ser más productivos.
El Agile Manifesto es un documento conocido por todos los profesionales que han adoptado esta metodología. En un principio se aplicaba únicamente al software pero existen diferentes adaptaciones del mismo dependiendo del área de negocio en la que se aplique esta técnica. Estos son los 4 pilares básicos del Agile en reclutamiento:
Los individuos y su interacción están por encima de los procesos y las herramientas
Contrataciones rápidas frente a la documentación exhaustiva del proceso
Colaboración con el cliente, por encima de la negociación contractual
La respuesta al cambio es más importante que seguir un plan
El objetivo final de esta metodología es aprender durante el proceso de reclutamiento e ir implementando mejoras que nos ayuden a ser más productivos y ágiles.
Reclutadores y Directores de #RRHH que utilizan #Agile contratan a los mejores más rápido Click para Tweet |
El principal motivo para usar Agile en reclutamiento ya te lo hemos desvelado ¡ser más productivo! Además, las técnicas de agile promueven la comunicación constante entre el equipo: la colaboración es más efectiva y los procesos se cierran en menos tiempo y con más éxito.
Si aún no estás convencido y necesitas más razones para implementar metodologías ágiles en la gestión de procesos de selección, aquí van unas cuantas:
Lo bueno de trabajar con metodologías ágiles es que poco a poco vas descubriendo qué es lo que mejor funciona para cada puesto o perfil. De esta forma podrás detectar fallos y corregirlos para atraer a los mejores profesionales a tu oferta.
Se acabó lo de trabajar con requisitos iniciales y, cuando llega el momento de la contratación, hay un cambio y tienes que volver a empezar. Con la comunicación continuada y la adaptación rápida, los procesos serán mucho más eficiente y estarán abiertos durante mucho menos tiempo.
En las metodologías ágiles todo el equipo hace propuestas de mejora y el “máster”, persona del equipo encargada de liderar y gestionar el proyecto, decide cuáles deben ponerse en práctica. De esta forma se consigue mejorar la interacción entre los diferentes miembros del departamento de RRHH y los demás departamentos de la empresa, o los clientes, en el caso de las agencias de reclutamiento.
Las metodologías ágiles te ayudan a contratar más rápido y, lo que es más importante, a contratar mejor.
La revisión constante de los procesos abiertos permite que cometamos menos errores y mejora la calidad de las contrataciones. Además, los reclutadores que adoptan esta técnica consiguen una mejor adecuación de los perfiles no solo a los requisitos del puesto, sino también a la cultura empresarial de la compañía.
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Si estás pensando en practicar el Agile Recruitment, deberías hacer una pequeña investigación sobre estas metodologías para descubrir la que mejor se adapta a tus requisitos y al equipo. Existen diferentes técnicas para poner en marcha una filosofía Agile, las más conocidas son Scrum y Kanban.
Scrum: en esta metodología, el equipo se divide en pequeños grupos que funcionan de forma autónoma y se organiza el trabajo en una lista de tareas concretas. Se trabaja por sprints o iteraciones cortas (suelen durar una semana, más o menos). Al finalizar se analizan los resultados para ver qué se puede mejorar y se vuelve a empezar.
Kanban: organiza el flujo de trabajo de forma visual en un “pizarra kanban” en la que aparece el estado de cada tarea. Es menos estructurada que Scrum, pero también mide el tiempo de las iteraciones.
Las dos metodologías tienen sus ventajas y hay equipos que incluso las combinan para crear su propio proceso. Estudia qué es lo que mejor se adapta a tus necesidades y prepara un pequeño plan para presentárselo a tu equipo.
Con tu plan en la mano involucra a todos los miembros de tu departamento y expón las ventajas de introducir metodologías ágiles para la gestión de los procesos de selección. Se trata de una forma muy organizada de trabajar con la que todos podréis ahorrar tiempo y optimizar esfuerzos. No debería resultar muy difícil convencerlos para que le den una oportunidad.
Cuando hayas puesto en marcha tu estrategia es importante que te centres en mejorar el proceso continuamente: elimina las acciones que no den resultado e intenta que la rapidez sea una máxima en todo momento.
#AgileRecruiting: #reclutamiento + feedback + mejora continua + comunicación = los mejores fichajes en menos tiempo. Click para Tweet |
Implementar metodologías Agile demanda algo de esfuerzo: a todos nos cuesta romper con hábitos de trabajo antiguos. Hay que insistir y apostar por la mejora constante.
La cantidad de horas que ahorrarás por procesos más adelante y el mejor entendimiento entre el equipo y managers compensarán el pequeño esfuerzo de la puesta en marcha. Los departamentos que las adoptan, difícilmente vuelven a sus antiguas prácticas.
¿Y tú, ya has trabajado con metodologías Agile en reclutamiento? Cuéntanos tu experiencia en los comentarios.