Reclutar en equipo no significa forzosamente un reparto de tareas, sino que se orienta más a una conjunción de intereses. En otras palabras, todos los miembros del equipo participarán de todas las fases del reclutamiento, con lo que se conseguirá una mayor implicación entre ellos, y que se vuelquen al completo en el proyecto. Básicamente se busca una conjunción de talentos que permita acabar encontrando el talento perfecto para la empresa.
Evidentemente reclutar en equipo tiene un gran peligro de base, como es la aparición de problemas y disensiones entre los diferentes reclutadores. Esto es normal e incluso lógico, y si esas diferencias de criterio se tratan de forma adecuada pueden acabar enriqueciendo el trabajo conjunto. Eso sí, si no se hace de forma adecuada los problemas del equipo acabarán provocando una decisión inadecuada en el reclutamiento, con las consecuencias que ello conlleva. Por eso hay que conseguir atajar dichos problemas desde el principio y reconducirlos por la vía de la cooperación.
Seguramente la mejor forma de atajar esos problemas sea conseguir un ambiente de compañerismo en el reclutamiento en grupo. Es decir, no busques que los reclutadores sean amigos, sino que sean compañeros, con todo lo que eso significa: ayudarse en los momentos duros del trabajo, poder solventar sin quejas los eventuales errores de otro y tener la certeza de que todos reman en una misma dirección. No dejes que los problemas sean más fuertes que tu equipo. Piensa que todo tiene solución, no hay nada que no se pueda sacar adelante, pero en un grupo de trabajo se debe hacer entre todos. En otras palabras, los pequeños errores y los roces entre los diferentes miembros no deben invalidar el trabajo conjunto, pero sí que tienen que ser atajados en su justo momento antes de convertirse en el detonante de malas elecciones de reclutamiento.
Otro punto interesante a incorporar son los informes objetivos que te permitirán conocer si el trabajo lo estás llevando a cabo de forma adecuada o no. De ahí la importancia de un buen informe, basado en la objetividad, que te permita conocer los errores para poder corregirlos. Un informe objetivo es absolutamente indispensable para que un equipo de reclutamiento funcione adecuadamente.
Por último…escucha a tu equipo y fomenta que ellos se escuchen entre sí. Es bueno debatir con el resto de los compañeros sobre el resultado del reclutamiento. Eso sí, dichas opiniones siempre tienen que ser constructivas (detectando los problemas, pero no personalizándolos) y dialogantes, buscando el consenso al que más arriba hacíamos referencia.
Y tú, ¿reclutas en equipo y te va bien?¿Cómo lo haces? ¡Déjanos tu comentario!
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