Todos los aspectos de la vida se han visto modificados con la llegada masiva de las redes sociales al ámbito del día a día de millones de personas. Y las estrategias de reclutamiento no podían permanecer ajenas a esta situación, por lo que hoy en día la interactuación entre ambas realidades es cada vez más fructífera.
Un proceso de reclutamiento completado con redes sociales y realidad virtual hace aumentar la probabilidad de acertar con el candidato escogido.
Y lo cierto es que no es de extrañar, por cuanto las redes sociales presentan ventajas para ambas partes en una relación de este tipo. De un lado las empresas pueden participa en una búsqueda fuera de sus cauces habituales de reclutamiento, lo que repercute en una mayor cantidad de candidatos y, por pura estadística, en un hallazgo de talento más posible. Por parte de los candidatos las redes sociales permiten una relación más directa con la empresa, en la que es posible demostrar desde el principio qué se está dispuesto a ofrecer.
Evidentemente esta importancia ha terminado por cambiar varios aspectos tradicionales en las estrategias de reclutamiento. Así, por ejemplo, gracias a las redes sociales es más sencillo acceder a los llamados candidatos pasivos, aquellos que no están en búsqueda activa de empleo pero que podrían mostrarse interesados si la oferta fuera suficientemente atractiva. Ese inmenso caladero de talento se encuentra ahora al alcance de las empresas.
Asimismo es importante en la actualidad conocer en qué redes sociales debemos buscar al candidato idóneo. Puede resultar tentador pensar que redes especializadas en empleo, como Linkedin, son más adecuadas para esta búsqueda, pero ello no tiene que hacernos dudar de la importancia de Facebook o Twitter, tanto en el aspecto activo (publicación de ofertas de empleo) como pasivo (búsqueda y selección de talento). La idea es combinar la presencia en todas, entendiendo la particular forma de funcionamiento de cada una de ellas, con el fin de abarcar el mayor espectro de potenciales candidatos posibles.
De igual forma el encargado del reclutamiento podrá acceder a esas redes sociales con el fin de comprobar aspectos básicos del posible candidato, como sus actividades, su capacidad de organización, su asunción de compromisos y retos (mantener activo nuestro perfil será buena muestra de proactividad) o su preparación. También aspectos de su vida privada pueden ser conocidos por esta vía, aunque en este caso dependerá de las precauciones que el candidato haya tomado en sus publicaciones. Información, en cualquier caso, valiosísima. Estudiar el curriculum ya no es la única forma de conocer al candidato antes de la entrevista personal, por lo que la primera criba puede realizarse antes de ella, ahorrando tiempo y dinero a la empresa.
El fenómeno de las redes sociales para la búsqueda de empleo, que en un principio parecía limitado a puestos en nuevas tecnologías o de cierto nivel ha terminado por popularizarse y hoy en día todos los sectores aparecen representados. Lo cierto es que, pese a todo, es imposible cortar con las vías tradicionales de reclutamiento, ya que eso supondría perder el talento potencial de una bolsa enorme, como son todas aquellas personas que, por decisión propia, se mantienen alejadas de este tipo de redes. Combinar ambas realidades será fundamental para realizar la elección correcta para nuestra empresa.
Las redes sociales han llegado para quedarse. Saberse adaptar a las nuevas necesidades en reclutamiento que exigen será uno de los componentes claves del éxito en los próximos años.
Y tú, ¿has utilizado alguna vez las redes sociales en tus procesos de reclutamiento? ¿Qué opinas de este sistema?
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