Hasta hoy hemos hablado ya en varias ocasiones sobre el Talento, el candidato ideal, las principales fuentes de reclutamiento que existen, las nuevas herramientas de selección, etc. Sin embargo no podemos olvidarnos de nosotros mismos, los reclutadores, como pieza no menos importante del puzle de los procesos de selección.
Y es que ser reclutador hoy en día ha cambiado mucho con respecto a la perspectiva que había hasta hace pocos años. Las nuevas tecnologías han revolucionado todos los sectores en continuo cambio y el nuestro no iba a ser menos.
Muchos piensan que para ser un buen reclutador, con tener la formación específica es necesario pero… ¿es esta una profesión vocacional?
Madhusudan Dadhich, experto en la materia considera que cualquier Reclutador 2.0 debe tener la capacidad de autoevaluarse y cuestionarse a sí mismo para evolucionar profesionalmente (Twittear Esto) y poder ejercer la profesión.
Para ello propone 4 preguntas que cualquier reclutador debe hacerse:
¿Posees una buena red de contactos?
¿Estás capacitado para hacer investigaciones a fondo?
¿Mantienes la mente abierta con respecto a las nuevas tecnologías y herramientas que conllevan?
¿Obtienes éxito en tus resultados?
Además Dadhich finaliza diciendo que las respuestas a estas preguntas son complementarias, de nada servirá tener una gran red de contactos sino sabemos gestionarla de forma óptima para obtener el mejor rendimiento. La combinación de las 4 dará como resultado el candidato adecuado para la empresa.
Entonces, ¿Cuales son las cualidades principales que un reclutador de hoy en día debe poseer?
Es un requisito indispensable tener facilidad de palabra, buena conversación y don de gentes. A la hora de la investigación y búsqueda de candidatos es necesario comunicarse con ellos y no solo sobre temas profesionales sino también conocer sus hobbies, preferencias, inquietudes, etc. Estas conversaciones no deben seguir ningún guión escrito por un psicotécnico sino que han de ser conversacies abiertas, cercanas y naturales.
Lo que se conoce como "dar en la diana". Hoy en día las nuevas tecnologías y todos los medios que existen pueden llegar a confundirnos y desviarnos del objetivo. La diferencia está en saber cuales son los mejores, los que más se adaptan a lo que buscamos y cómo utilizarlos a favor de la empresa. En definitiva, tener puntería.
Lo más habitual en una entrevista laboral es que sea el reclutador el que haga las preguntas, presente a la empresa, exponga todo tipo de información, etc. Pero una buena entrevista de trabajo comienza y termina escuchando (Twittear Esto). Una vez filtrada la información que el candidato nos da, es entonces cuando podemos comentarle qué podemos ofrecerle.
Este es un punto fundamental que hoy en día apenas se pone en práctica. Morgan Hoogvelt (reclutador de prestigio), plantea lo siguiente: ¿Acaso es tan difícil contestar un correo o devolver una llamada?
Cuando nos encontramos en pleno proceso es normal que los candidatos estén interesados en saber cómo va la selección, en qué lugar se encuentran y cuáles son sus posibilidades. Además esta relación debe ir más allá del propio proceso y mantenerse en el tiempo.
Hoogvelt afirma que los candidatos se sorprenden cuando les coge el teléfono, se interesa por sus vidas y les habla de forma cercana y con buen humor. Debería ser lo habitual ya que no olvidemos que el poder es compartido al 50%, la empresa ofrece el puesto de trabajo pero el candidato aporta su talento.
En definitiva, los reclutadores son personas que además de tener la formación adecuada deben tener una serie de cualidades y capacidades innatas para saber reconocer a simple vista cuál es la mejor opción para el puesto. Se trata de una combinación entre conocimientos propios, otros adquiridos, y habilidades de la propia persona.
Así pues, ¿todo el mundo puede llegar a ser un buen reclutador sólo con tener una buena formación? ¿o hace falta algo más?
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