En ocasiones puedes tener conflictos internos donde tanto tu parte racional como tu parte emocial han de salir ganando para que tú alcances un equilibrio. Es decir, que ambas partes ganen: Win-Win. ¿Por qué cuándo estás desempeñando tu faceta como reclutador no haces lo mismo?
La negociación win-win cuando tú eres el reclutador y el contrario el candidato, funciona del mismo modo que cuando tú negocias contigo mismo. En ambas negociaciones lo idóneo es llegar a un acuerdo que lleve a una resolución satisfactoria para ambas partes. Cuando tú negocias tomar una decisión u otra contigo mismo únicamente buscas la opción que mejor parado te haga salir, ¿no? Pues cuando el contrario es un candidato, has de actuar con la misma mentalidad.
Generalmente, cuando uno está metido en el rol del reclutador, más a menudo de lo que debería, suele buscar el máximo de beneficio para la empresa contratante, incluso a expensas del futuro bienestar del candidato. Sin embargo, y ya hemos hablado sobre ello anteriormente, una mala relación, basada en la desigualdad, con el perfil reclutado desembocará siempre en un futuro fracaso del reclutador. ¿No desearías poder decir que todos los empleados que reclutas permanecen de manera armoniosa dentro de la empresa?
Afinar como reclutador dándole lo que necesita al candidato no es una tarea fácil pues enseguida uno puede caer en ser excesivamente complaciente con éstos y eso, también a largo plazo, puede conducir a situaciones de abuso por parte del empleado reclutado. En esta vida la perfección reside en el equilibrio. La mejor manera de llegar a éste dentro del ámbito laboral, y en tu caso como reclutador, es llevar a cabo una estrategia de reclutamiento Win-Win. Sólo si ambas figuras salen ganando, el acuerdo será sólido y duradero.
Cuando llevas a cabo tu labor como reclutador debes ser observador, pues tienes que detectar el talento; y comedido, el exceso de emoción mostrado ante el candidato talentoso decantaría la balanza de poder hacia su costado dejándote a ti “desarmado” para dicha negociación.
Es importante, también, convenir con el candidato un periodo de prueba dentro de la empresa, pues la velocidad se demuestra andando. Durante la entrevista el reclutador que busca llegar a un trato Win-Win sabrá convencer al candidato de que ciertas condiciones de la oferta estarán supeditadas a que éste cumpla ciertos objetivos marcados inicialmente.
Como ves, ésta es la mejor manera de llegar a un acuerdo justo. Ofrecer una vez se ha demostrado. No te dejes jamás deslumbrar por un buen currículo, lo que verdaderamente habla bien de un candidato son sus habilidades y éstas, evidentemente, no se pueden comprobar a través de un papel, forzosamente hay que verle llevando la acción a cabo.
Así pues, ¿tú qué opinas respecto a este asunto? ¿Sueles utilizar esta manera de negociar? ¿En alguna ocasión te habías planteado este tema? Déjanos tu opinión a continuación.
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