Implementar nuevas ideas y herramientas en una empresa es un reto por varias razones. Supone un cambio en la forma de trabajar, requiere una inversión, y posiblemente, un tiempo de adaptación. Pero este cambio es, seguramente, necesario y supone una mejora en el día a día de los trabajadores y en la productividad del equipo y empresa en general.
No obstante, aunque el cambio sea necesario, convencer a la persona responsable de dar el “sí” no es una tarea fácil. Burocracia, papeleo, falta de tiempo, miedo… demasiados obstáculos que impiden tomar una decisión rápidamente.
Por otro lado, toda empresa necesita líderes que se aseguren que la compañía avanza y evoluciona continuamente adoptando nueva tecnología. Si estás leyendo esto, esa persona eres tú.
Los profesionales de Recursos Humanos que han usado estas técnicas han conseguido convencer al decision-maker de implementar un Software de Reclutamiento.
Advertencia: en este listado de técnicas no encontrarás nada sobre comprar un jamón o hacer la pelota a tu jefe. ¡Empecemos!
Si dominas este punto ya tienes el 80% del trabajo hecho. Ten en cuenta que lo primero que pensamos es en lo que queremos nosotros mismos, pero no es la manera en la que debes proceder en este caso.
Plantea tu propuesta pensando en cómo va a ayudar a tu jefe. Lo que le interesa a tu superior es mejorar la productividad del equipo, gastar menos recursos, generar más beneficio, liderar iniciativas de cambio que resulten provechosas…
Tu jefe quiere saber cómo tu propuesta le va a ayudar a cumplir sus objetivos. Por lo que necesitas dos cosas:
A partir de aquí, debes plantear la propuesta desde su perspectiva y no la tuya. Explícalo desde su punto de vista y conseguirás que diga sí a tu propuesta.
Como en el punto anterior, lo fácil es pensar en nosotros mismos y nuestros problemas. “¿Cómo podría hacer que esta tarea me ocupara menos tiempo? ¿Se podría automatizar? ¡Mi vida sería mucho más fácil!”
La principal preocupación de la persona que debe tomar la decisión no es si tu vida es más fácil o no. Obviamente quiere que trabajes agusto pero no es lo que le quita el sueño porque tiene otras responsabilidades.
Así que, en vez de presentar tu propuesta como una forma de hacerte la vida más fácil, hazlo como una forma para ser más productivo y eficiente. Empatía es la palabra.
En quién confiarías más: ¿en una persona responsable que se preocupa por hacer bien su trabajo o en una persona que hace sus tareas sin prestar demasiada atención? Seguramente en el que se preocupa. Tu jefe opina lo mismo. Si tiene que tomar una decisión se fiará de la persona responsable y trabajadora.
Construye una reputación a tu alrededor para que el decision-maker confíe en ti plenamente. Esto no es cuestión de un día, pero si lees el blog de Talent Clue es porque eres responsable y quieres aprender constantemente (guiño-guiño).
Así que asegúrate que tu jefe está al tanto de todo lo que haces en tu día a día para ser el mejor en tu trabajo, y preocúpate por lo que a él le preocupa.
Puede que te estés preguntando… ¿Qué es FOMO? FOMO es el acrónimo de 'fear of missing out', que significa miedo a perderse algo o a quedar excluido de un evento, lo que obliga a los que sufren este síndrome a permanecer siempre alerta.
Como ya debes saber, muchas empresas tienen miedo al cambio. Bueno, más que las empresas son las personas las que son reticentes al cambio. No quieren arriesgar su reputación por una mala decisión.
Para que el decision-maker quiera aprobar tu propuesta en vez de hundirla debes crear sensación de urgencia. La comparación es una gran herramienta para conseguirlo. ¿Le has enseñado a tu jefe alguna vez cómo lo están haciendo otras empresas, por ejemplo, en términos de reclutamiento? Lo más probable es que quiera adoptar tu propuesta y no quedarse atrás.
Así que investiga sobre otras empresas que ya hayan implementado tu propuesta y muéstralo. Y si dispones de datos, aún mejor.
Si tu propuesta beneficia a toda la empresa y a tus compañeros, no te será muy difícil encontrar aliados que te respalden.
Si no estás solo en la propuesta, tu idea tendrá mucho más impacto. Por lo que cuanta más gente involucres, mejor.
El momento más crucial para conseguir que tu propuesta sea aprobada es el discurso. Debes saber lo que le gusta a tu jefe antes de preparar cualquier presentación. ¿Es más de ir a tomar un café y charlar de forma informal? ¿Prefiere una presentación con los Stakeholders?
Recuerda que el formato importa. Las personas reaccionan de forma diferente a una idea dependiendo de con quién están o dónde están. Tenlo en cuenta. Debes encontrar la situación perfecta para que tu propuesta tenga más números de seguir adelante.
Los datos no mienten, pero a veces pueden resultar difíciles de explicar. Por lo que usar los datos de forma muy visual, como si fuera una historia, te ayudará muchísimo.
Si no puedes extraer datos de forma interna, seguramente puedas pedirlos a la empresa que te proporciona la solución en cuestión. Datos de cómo mejorará la productividad del equipo, lo que conseguireis, el tiempo que ahorraréis, etc. Todo lo que se te pueda ocurrir para demostrar que tu propuesta beneficiará a los objetivos de la compañía.
Poco riesgo y grande recompensa. Esta es la combinación ganadora y que convencerá al decision-maker. La recompensa es, básicamente, cuánto ayuda a tu jefe tu propuesta, es decir, lo útil que es para él. ¿Le ayuda a alcanzar sus objetivos? ¿Resolver sus problemas?
El riesgo implica costes, probabilidad de fracasar, y el efecto del fracaso. No es fácil tomar una decisión, por ello debes restarle riesgo. Cuanto menor sea el riesgo, más fácil será convencer a tu jefe.
Si la propuesta que quieres llevar a cabo tiene una versión gratuita como por ejemplo una prueba de 1 mes o con un límite de funcionalidades, ¡probadla antes!
Muchas herramientas tienen un modelo freemium que te ayudará a demostrar el auténtico valor de tu propuesta y a convencer a tu superior.
Demuestra la diferencia entre usar la herramienta y no usarla, y destaca los resultados obtenidos durante el periodo de prueba. Por ejemplo, en el caso de un marketer podría mostrar los resultados obtenidos en campañas con o sin una herramienta. En el caso de un equipo de reclutadores pueden demostrar la productividad midiendo el ahorro en tiempo en tareas que antes hacían de forma manual o en el número de candidatos que han recibido para una oferta.
Implementar una nueva idea o herramienta requiere esfuerzo extra por parte de toda la empresa o departamento, incluído tu jefe, y en especial al principio. Requiere tiempo hasta que se convierte en un hábito en el día a día del equipo.
Haz que este período de adaptación sea fácil para todos. Ayuda a tu equipo y a tu jefe a implantar tu propuesta. También puedes hacer un reporte semanal mostrando los resultados y animando al resto del equipo o empresa a usar la herramienta o metodología. Pregúntales si necesitan ayuda en todo momento y todo lo que se te ocurra para asegurarte que la empresa y tu jefe están contentos con la nueva iniciativa.
Para conseguir el máximo rendimiento y ser realmente eficientes es necesario contar con una herramienta que optimice y agilice los procesos de selección, automatizando la mayoría de tareas para dedicar esfuerzos a lo realmente importante. Pero en el mercado hay muchas herramientas que ofrecen estos servicios. ¿Cuál es la mejor para tu empresa?
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