El futuro está aquí, y se llama "Internet de las Cosas". O al menos otra de las múltiples patas que tiene ese futuro que cada día más nos salta a la cara y que tiene su origen, principalmente, en el ámbito de las nuevas tecnologías y la web 2.0.
Pero, ¿qué es el Internet de las Cosas? Al hablar de ello lo estamos haciendo de la interconexión de la red con objetos de uso cotidiano, desde aquellos electrodomésticos, como el termostato o la lavadora, hasta otros menos usuales, como un automóvil. Pero también hacemos referencia a la existencia y cada vez mayor importancia de un concepto como el del Big Data, la macrofuente de datos que genera la propia red a partir de su misma existencia, o la existencia de las llamadas "Smart Cities", donde el ciudadano estará conectado con la administración para lograr una mejora en la gestión de recursos y una mayor participación.
Pero este Internet de las Cosas, ¿afectará a las técnicas de reclutamiento? ¿Puede incrementar su eficacia sin hacer lo mismo con su precio? Aparentemente parece que sí, aunque como siempre es necesario conocer los resortes de funcionamiento de esta nueva figura y aprovecharlos en nuestro beneficio.
La clave es, como siempre, la progresiva adaptación a los múltiples cambios que en la actualidad se están produciendo, así como la integración de cada uno de ellos. Y es, en este último sentido, como el Internet de las Cosas nos puede ayudar en nuestro reclutamiento.
Así por ejemplo uno de los elementos fundamentales del Internet de las Cosas es la idea primordial del almacenamiento de datos en la Nube. Algo que puede ser bastante interesante para el reclutamiento, no solamente por esa visión primaria de archivo online, sino también por permitir una mayor eficiencia en el reclutamiento en equipo. Este sistema hasta hace poco era bastante complicado de cohesionar y ahora es uno de los más efectivos y resulta muy sencillo de llevar a cabo.
La conectividad en todo momento y lugar, así como la evolución del e-commerce, son otros puntos bastante interesantes a la hora de realizar este nuevo tipo de reclutamiento. Con un mejor conocimiento sobre la potencialidad de los candidatos en todos los sentidos y, sobre todo, con una información casi a tiempo real de sus postulación y situación laboral.
Todo ello redunda en una mayor adaptación y flexibilidad a la hora de enfocar dicho reclutamiento y, en definitiva, en un ahorro de dinero. Hoy en día, gracias al Internet de las Cosas, es posible disfrutar de un reclutamiento de nivel altamente profesionalizado con una inversión mucho menor. Un reclutamiento, además, que puede adaptarse perfectamente a las necesidades del cliente, y no al revés, como acababa ocurriendo en el pasado. Un reclutamiento, en definitiva, que resulta mucho más fructífero para quien lo inicia, tanto por amoldarse mejor a sus previsiones como, y sobre todo, por proporcionar una respuesta más adecuada a sus peticiones.
En resumen, el Internet de las Cosas es un valioso aliado en nuestra búsqueda de talento para la empresa, pero es un lugar con reglas propias que hay que conocer bien para aprovecharlas en beneficio propio. Una interactuación que se produce cada día en más y más elementos de las nuevas tecnologías y que no parece vaya a tener final.
Y tú, ¿crees que será positiva esta introducción paulatina del Internet de las Cosas en el mundo del reclutamiento? ¿Lo has utilizado ya para reclutar en anteriores ocasiones?
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