En una sociedad crónicamente cambiante como la nuestra, es usual que el mercado laboral fluctúe de manera constante de una tendencia a otra. Por ello las empresas y los profesionales deben mantenerse al cabo de la calle en lo que a búsqueda de talento se refiere. Y aunque el concepto del reclutamiento 2.0 no es nuevo, nadie negará que está en perpetua evolución. Así pues, sólo por eso, se considera una manera novedosa de localizar e invitar a talentos jóvenes a unirse a las plantillas de las empresas.
Lejos ha quedado ya la pasividad de los departamentos de RRHH a la hora de reclutar nuevos miembros para sus equipos de trabajo. En paralelo, y quizás desde hace más tiempo, los profesionales que buscaban un puesto de trabajo de manera activa trascendieron del curriculum vitae tradicional y empezaron a formular originales autocandidaturas a los puestos de trabajo que deseaban. Desde el punto de vista de la empresa, en la actualidad, está sucediendo lo mismo. Los reclutadores han dejado de lado la condición de que exista un puesto vacante en la empresa para iniciar un proceso de selección y han comenzado a otear la red en busca de talentos jóvenes que aporten valor a sus empresas.
En ese sentido, podríamos imaginarnos el mercado laboral de hoy en día como la cara incompleta de un cubo de Rubik. Siendo así, el departamento de RRHH, obviamente, es el encargado de atraer las piezas de color dispersas en el resto del cubo a la cara que representa la empresa y así completar su valor. Así pues, los encargados de reclutar candidatos jóvenes deben ser perfiles familiarizados con el uso de las nuevas tecnologías y, sobre todo, con el manejo de las redes sociales. Aunque ése no es el único requisito, además, los selectores deben contar con una capacidad estratégica superior a la que se requería hace unos años.
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El eslogan de una conocida marca de refrescos que reza: “O te mueves o caducas”, ilustra a la perfección la posición de ambas caras de la moneda, la de los profesionales que buscan reclutar talentos jóvenes y la de los jóvenes que buscan ser reclutados por las empresas. Dicho eslogan nos da una pista de que en ambos casos el ABC del éxito viene dado por una combinación equilibrada de proactividad, creatividad e innovación. El panorama actual nos lleva a pensar, de manera inevitable, que todos somos piezas de un puzzle que encajamos a la perfección en un sector u otro. Quizás por ello los selectores de personal han empezado a utilizar herramientas de reclutamiento 2.0 para hacer su labor de manera mucho más efectiva.
En el momento presente la imagen pública en la red es determinante para que una empresa se interese por un candidato o pase de largo. Es aquí donde el reclutadore suele utilizar todos los medios que la empresa pone a su disposición para filtrar perfiles y seleccionar al mejor candidato. Esta fase es previa a la entrevista y supone, generalmente, un análisis pormenorizado por parte del reclutador de las direcciones RSS y redes sociales del candidato (usualmente Facebook, Twitter y Linkedin). Pero no sólo se utilizan las herramientas de reclutamiento para contrastar el curriculum, también se emplean para buscar candidatos sin necesidad de crear una oferta de empleo.
Teniendo en cuenta el contexto frenético del mundo empresarial y los mercados, resulta fácil hacerse cargo de la necesidad de las empresas de innovar de manera rápida y efectiva para así hallar la ventaja competitiva respecto a los otros. La manera de hacerlo es reclutando jóvenes talentos que aporten valor a la empresa y la ayuden a reinventarse para mantenerse en lo más alto de la cresta.
Para ello los reclutadores 2.0 hasta la fecha dedicaban su tiempo a rastrear redes sociales tales como Twitter, Facebook, Linkedin, Xing, blogs especializados, foros… lo que sucede es que lo hacían de manera pasiva, sin casi interaccionar con el candidato. Sin embargo, ahora generan contenido, propician debates, fomentan la sinergia para que sean los jóvenes talentos quienes se acerquen y comenten sus ideas como carta de presentación.
Así pues, con tanto movimiento de gente buscando y queriendo ser encontrada, es normal que la figura del reclutador cada día esté más asentada en el mundo empresarial. Por ello es fundamental para ser un buen reclutador 2.0 estar al día de los nuevos softwares de selección, la evolución y cambios de las redes sociales, las costumbres y usos de los usuarios, las tendencias del mercado, ser una persona creativa, activa, con capacidad para crear y generar debate. En resumen, el reclutador 2.0 debe estar en constante formación para ser lo máximo efectivo para la empresa para la que trabaja buscando jóvenes talentos.
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