Por: Diana Pardo - 6/8/2015
¿Cómo Debe ser la Actitud de un Reclutador en una Entrevista?
Se habla mucho, y ya todos lo sabemos, sobre cómo debe ser la actitud correcta de un candidato cuando acude a una reunión de trabajo, pero ¿qué ocurre con el reclutador en una entrevista? No debemos olvidarnos que es el otro 50% de la entrevista y el principal responsable de que la reunión tenga un resultado satisfactorio para ambos, pero sobre todo para la empresa.
A lo largo de la última década se han utilizado diferentes métodos para realizar los procesos de selección y reclutamiento, desde los más sencillos con las preguntas más obvias, pasando por otros más agresivos en los que la tensión está presente durante toda la entrevista, y terminando con aquellos originales y creativos como los que realiza en la actualidad Google, Apple o Amazon, entre otros.
Pero… ¿Dónde están los límites?
En nuestro país existe una ley que penaliza ciertos tipos de preguntas y cuestiones del reclutador en una entrevista de trabajo, en particular como ya os imaginareis, las que hacen referencia a diferencias de sexos, raza o edad.
Teniendo esto en cuenta, preguntas personales a una candidata como ¿Estas embarazada? o ¿Tienes pensado tener familia pronto? , están totalmente fuera de lugar ya que las que respondan que sí, muy probablemente quedarán fuera del proceso de selección.
Bien es cierto que dependiendo del puesto de trabajo a cubrir, por ejemplo aquellos en los que existe movilidad geográfica, es importante para la empresa saber si el candidato está dispuesto a asumir esta condición y trasladar a toda su familia, pero debe hacerse con cautela y naturalidad, no como una amenaza o como algo excluyente.
Además de esto, no hay que olvidar que la entrevista de trabajo forma parte de la imagen de nuestra empresa, y una mala experiencia por parte de un candidato puede hacernos perder mucho talento (Twittear Esto). Con ello, cualquier entrevista de trabajo pasa por diferentes fases.
Primera Fase
La primera es quizás la más importante puesto que aunque todavía no se entra en la materia propiamente dicha, es la presentación y primera impresión para ambos. No olvidemos que el reclutador es para el candidato la cara visible de la empresa.
En este momento se decidirá si el ambiente creado va a ser cómodo, o por el contrario se transmite distancia y tensión desde el primer momento.
Nuestro consejo es que el reclutador debe tener una actitud que le permita crear una presentación lo más natural posible sin ningún tipo de emoción de entrada. Recordemos que si el candidato está sentado en nuestro despacho es porque nosotros lo hemos seleccionado, así que vamos a sacarle el mayor partido a nuestro tiempo.
Segunda Fase
Ha llegado la hora de determinar si el candidato cumple o no con las habilidades requeridas para el puesto. En este punto es muy importante tener claramente definido el puesto de trabajo que se va a cubrir y las aptitudes necesarias para el mismo. No serán las mismas capacidades las que busquemos en un puesto creativo que en uno administrativo, en uno comercial o en uno de logística. Esta será la base de una buena gestión en la selección.
En esta ocasión, el reclutador debe centrarse en cuáles son sus objetivos y dirigir la entrevista en todo momento para ir allí donde quiera llegar y obtener los resultados deseados.
Tercera Fase
Si vamos un paso más allá, teniendo en cuenta que nos encontramos en la era tecnológica actual, en la que los “Millennials” y los trabajos creativos surgen con mucha fuerza en nuestra sociedad, entramos en una tercera fase de la entrevista donde se busca ver algo más de los candidatos de lo que pone en sus currículums. Es cuando los grandes gigantes como Google, Amazón o Apple deciden sorprender a sus candidatos con preguntas inesperadas y de lo más extrañas, sin embargo si lo pensamos tienen su sentido.
En el año 2013 en uno de sus procesos de selección, Google preguntó a sus candidatos cuantas vacas había en ese momento en Canadá. Os podéis imaginar la cara de los entrevistados, ni siquiera un ganadero del propio país sabría responder a esa pregunta, y ahí está la clave. ¿Qué buscaba Google? Pues eso, que alguien dijera,” Espera que lo miro en Google y te digo”.
Otro ejemplo no menos original es el proceso que llevó a cabo la Universidad de Stanford, en California, donde preguntaban a sus candidatos en una batalla entre Spiderman y Batman, quien sería el ganador. Las respuestas fueron múltiples, algunos decían Spiderman porque tiene súper poderes y Batman no, otros decían que Batman tenía más dinero y hasta hubo algunos que obviaron a los dos y apostaron por Superman.
Preguntas de este estilo hay infinitas: ¿Cómo me evaluarías del 1 al 10 como entrevistador? ¿Qué cosas llevarías a una isla desierta? ¿Cómo le describirías el color naranja a un invidente?
Parece que la tendencia actual para un reclutador en una entrevista de trabajo apunta en esta dirección, ya que los sectores creativos, innovadores y tecnológicos están conquistando el mercado laboral.
En definitiva, la actitud de un buen reclutador debe ser la de crear un buen clima en el que ambos se sientan cómodos y así sacar el máximo provecho del tiempo que dure la entrevista. Se trata de hacer las preguntas adecuadas de forma correcta potenciando una buena actitud por parte de ambos. Además de ello, no hay que dejar nunca de lado los objetivos del reclutador y de la empresa.
¿Qué experiencias has tenido como reclutador en una entrevista? ¿Cómo crees que debe ser la actitud de un reclutador para conseguir el mejor resultado?
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