Historia de un proceso de selección [PARTE 1: la preinscripción ]

La primera vez que busqué trabajo fue porque mis padres me dieron una indirecta muy directa: “Clàudia, tendrías que empezar a tener tus propios ingresos”. Vaya, que me cerraban el grifo en todo aquello no referente a estudios, transporte o salud. Al principio pensaba que era horrible, pero ahora estoy agradecida. Lo recuerdo tan bien que os la contaré como si estuviese pasando ahora mismo.

La búsqueda de empleo empieza  por romperme la cabeza así: “¿Dónde podría trabajar? Quiero algo que esté bien, pero que me permita seguir con mi vida personal. Me gusta escalar y he jugado al tenis más de cinco años, podría irme a Decathlon, ¿no? O mejor buscar algo de lo mío, hay muchas ofertas de marketing y publicidad en todos los portales y así ya empiezo a "hacer currículum". Está claro que no lo tenía claro, simplemente, buscaba un trabajo.

 El 39% de los trabajadores afirman que su empleo es solo un empleo, no una escalera al desarrollo profesional

Y aquí, reclutadoras y reclutadores del mundo, empieza lo que llamamos el candidate journey. En esta imagen se explica muy bien las diferentes fases de este viaje del empleo:

Ahora mismo, estamos en la primera fase de la Candidate Experience: la preinscripción, la fase en la que el candidato piensa mucho, se informa mucho y compara mucho, antes de inscribirse a la oferta. Y, a la vez, empieza la primera parte:

1. La búsqueda de empleo 

Me pongo manos a la obra, no vaya a ser que por unas horas no encuentre el trabajo ideal. Priorizo el trabajo a media jornada. Estoy en el buscador de Google. Ya sabéis, lo típico: “Trabajos media jornada, flexibilidad...”. La búsqueda orgánica en los motores como Google es clave en la Candidate Experience, tal y como te contaremos en el próximo webinar: Descubre lo más profundo de la Candidate Experience.

Ninguna oferta me motiva, así que sigo buscando. Miro varias opciones, pero es difícil.

Al final, hago lo que hace la mayoría de personas: preguntar a conocidos. ¿Sabías que el 97% de los candidatos que han tenido buenas experiencias en los procesos de selección recomiendan la empresa a sus conocidos? Esto es muy importante, porque directamente, solo apunté aquellas empresas que generaban opiniones positivas y descarté aquellas que no. Por una persona que ha tenido una mala experiencia, podrías estar perdiendo más de 5 candidatos, quizá alguno era el candidato que buscabas.

Finalmente, me decido por un trabajo de cara al público, que me permita combinar estudios y trabajo y, sobre todo, conecte con mis valores. Aquí empieza la segunda parte:

2. La información   

Comienzo a comparar lugares. Accedo a portales de empleo y opinión

Voy a Indeed. Esta plataforma permite tener una idea de las experiencias de los empleados. Tienes la puntuación y comentarios. Alguna de las empresas parece ser un sitio cómodo. Algunos de los trabajadores no acabaron de encajar allí por situaciones personales e intereses varios, pero “pintan bien”.

Otras, en cambio, tienen una puntuación menor. Se habla del mal salario y el ambiente tenso.  La reputación online es mala. En uno de los casos también hablan sobre las normas de vestimenta estrictas, en especial para las mujeres, por ejemplo. Descarto directamente esta opción.

 Un 90% de los candidatos confían en las opiniones de Internet

Tras ver algunas opiniones importantes, me voy a las redes sociales de las empresas.

Ya había visto alguna oferta de empleo a través de Instagram, la nueva red social de moda sobre todo entre la Generación Z. ¡Algunas incluso tienen cuenta de empleo propia! Inconscientemente, dejo de lado aquellas sobre las que no he encontrado nada en Instagram . Si no estás en Instagram, no existes.

Ahora, empieza la tercera y última parte de la fase de preinscripción:

3. La decisión     

Esta es la parte culminante. “Si no me gusta ninguna de las opciones, ¿qué haré?” me pregunto. “Pues volver a buscar”, me digo. La parte de la decisión sigue siendo igualmente un momento muy informativo, pero lo que hago es comparar las empresas a través de su página de empleo, donde encontraré mucha información y, de seguro, fiable.

Decido entrar a la página web  de cada una de las empresas.

Se me hace fácil encontrar el apartado de empleo de ambas, está en el footer, como de costumbre, aunque hubiera llegado más rápido si el botón apareciera en la barra de navegación. 

Entro en la primera de ellas. Es una web atractiva, con información que me interesa. El ambiente de la empresa me gusta, hay muchas imágenes y vídeos. Veo mucha diversidad, lo que me encanta, porque quiero aprender mucho de todo el mundo.

Enamoradísima de la primera web, sigo buscando otras empresas. Quiero encontrar algo similar a la anterior, pero que me inspire y me sorprenda un poquito más.  ¿Y qué encuentro? Mucha letra, navegación imposible de entender y ninguna foto de mis futuros compañeros y compañeras. Decepcionante, la verdad.

Aún no lo he dicho, pero , como os imaginareis, estoy hablando de la página de empleo de las compañías.

  El 64% de los candidatos creen que la página de empleo es un recurso TOP para la búsqueda de nuevas oportunidades

Os podéis imaginar por qué empresa me decanté. Pero mi viaje como candidata no había hecho más que empezar. Aún me quedaba mucho recorrido.

 Había ido descartando varias empresas por diferentes motivos. ¿Qué podría haberlo evitado?

• Una página de empleo atractiva y rica en información.

• Una mejor gestión de las redes sociales. ¿Esta empresas tiene empleados? No los veo por ningún lado.

• Un buen mantenimiento de los portales de empleo, en especial los que permiten añadir opiniones, como Indeed.

¿Quieres mejorar al máximo la experiencia que viven tus candidatos y tener mucho más conocimiento sobre cada fase del candidate journey? Inscríbete a nuestro Webinar: "Descubre lo más profundo de la Candidate Experience"